Año 2018, unos días de incertidumbres... mi esposa paso por una operación de riesgo. Escribi este texto acompañado de mis miedos.
"Te amo… Siempre."
La frase dice:
"Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde."
Pero en nuestro caso sería:
"Uno sabe lo que tiene, por eso tiene miedo de perderlo."
Estos días vivo con miedo. Cierro los ojos e intento poner mi mente en blanco, alejar los pensamientos oscuros, pero el temor me alcanza. No imagino mi vida sin ti, sin tus manos acariciando mi rostro, sin el aroma de tu piel, sin el suave perfume de tu cabello.
Tengo miedo porque tu sonrisa se apaga poco a poco, porque tus lágrimas humedecen tus pálidas mejillas. Porque me miras buscando esperanza y no sé si puedo dártela.
Tengo miedo de recurrir a la fe cuando hace tiempo dejé de creer. De arrodillarme y pedir clemencia para que te quedes conmigo.
Pero en medio de esta incertidumbre, tocas mi mano con la poca fuerza que te queda y me sonríes. Me miras, me hablas, susurras:
"No tengas miedo, mi amor. Todo va a estar bien."
Y con los ojos llenos de lágrimas, solo puedo repetir lo que mi corazón grita cada día, lo que escuchas de mis labios en cada instante:
"Te amo… Siempre."
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