El caminar danzante hace elogios de las virtudes emanadas por el tiempo

Tierno momento, es el blog donde plasmo todo lo que siento, las fantasías, lo irreal, lo romántico, el AMOR, los nostálgico, la aventura, el suspenso, el reclamo, el enojo.
Cuando escribo me inspiro en las experiencias de mi vida, en el amor que he conocido, las tristezas que he vivido, en las personas que he amado, en las que amo ahora, realizo una mezcla entre el pasado el presente y el futuro.
Gracias "Dos Corazones un solo Sentir"

Mike Durand

jueves, 25 de marzo de 2010

A la espera

13/01/2001

Sé, de alguna manera que encontraré las dulces caricias y los besos apasionados, solo necesito paciencia, paciencia en mi alma, luchar contra la ansiedad y no dejarme vencer, voy buscando en cada una de ellas, idealizándolas como tienen que ser, cada detalle, cada gesto, pero cometo el gran error de enamorarme, sé que no las merezco, pero mi vulnerabilidad me acerca a eso, soy así, defecto o virtud me duele reconocerlo ¿Qué espero en esta vida? No lo sé, si mi búsqueda es tan larga e infinita, mi soledad crece a cada momento perdido, quisiera resignarme y dejar de soñar, deshacerme de este dolor y ser frio de corazón, pero me es imposible, Dios no quiere que sea así, el me está esperando para algo, pero exactamente no sé para qué, pues tendré que descubrirlo en algún momento, esperar es la palabra de cada día, hay veces que me parece haberla encontrado, que realmente la espera se acabó y por fin se hizo realidad, pero solo en sueños la veo y cuando despierto quedando inconsciente, por unos segundos soy feliz, pero la cruda realidad es la misma cuando el sol empaña mis ojos, quiero terminar dejando en claro; sé que voy a esperar, no sé cuánto, ojala y cuando llegue ese momento mi alma no esté presente en mi entierro.

Mike Durand

Mi Lady Sonia Estrada


La Foto es de la fuente de Percy Barrientos Sorry amigo no fue mi intencion Percy Barrientos

Cuando ingrese al colegio Juana Alarco de Dammert 1049; tenía 13 años; cursaba el 3er año de secundaria; no conocía a nadie del salón, era obvio puesto que era el chico nuevo; resulta que al cabo de 15 días después de conocer a los demás compañeros del aula, al enorme y obeso Sub-Director Robles, a la auxiliar Maribel de carácter enérgica, a los profesores; algunos antipáticos, otros razonables y muy poco de ellos carismáticos; de conocer cada infraestructura monárquica de los cimientos que sostenía tal antiguo colegio, el Patio enriquecedor de tantas sonrisas juntas a la hora del recreo y el aglomeró de alumnos intentando conseguir una merienda en el kiosco de Doña Selina; se le veía a la pobre mujer ajetreada por el bullido de tantas manos pequeñas estiradas solicitando que se le atienda; Yo, permanecía sentado en las bancas del patio; atento, silencioso, observador, moviendo mi cabeza de lado a lado siguiendo la trayectoria del balón; “Fulbito” lo llamábamos así y esa era la Palabra que se utilizaba minutos antes de la hora del recreo, era como un código que a cada implicado conocía que es lo que tenía que hacer al escucharla, bueno, yo no estaba implicado en ese grupo, solo observaba.
Sonó el timbre, era hora de regresar a los salones, dicho esto, los auxiliares empezaban a llamar a cada alumno que demoraba en ingresar al aula, era de esperarse como en todo colegio antes de ingresar al salón se tenía por costumbre ir al baño a remojarse el rostro, limpiarse el sudor ocasionado por los diversos juegos del recreo, acomodarse el cabello, mucho de los alumnos llevaban espejitos mirándose el rostro en el, prestándose y hasta quitándose el peine del primero que lo utilizaba, todo este labor llevaba como 2 a 3 minutos de retraso después de escucharse el timbre de regreso al aula; era una maratón desordenada cuando aquellos alumnos salían del baño embestidos por los reclamos y gritos constantes de los auxiliares; Los veía llegar al salón exhaustos, era como si de nada les haya servido asearse para que después tener que sudar por la corrida del baño al salón, entraban empujándose, golpeando la puerta y algunos se tropezaban cayendo al piso, empezaban las risas dentro del salón por tal espectáculo cómico que presentaban mis demás compañeros, también reía no lo podía evitar… mi carcajada seguía al compás de los demás alumnos, pero deje de hacerlo cuando entre las dos puertas del angosto ingreso al aula entraba una chica con los cuadernos entre sus manos, era totalmente hermosa, su rostro del color de luna parecía dibujado con pinceles de ángeles, con la paciencia de un artista que quiere expresar lo más bello de la naturaleza plasmado en aquel rostro tan angelical, sus labios carnosos eran del color de las rosas, rojo oscuro, si no supiera que en el colegio se le había prohibido a las chicas pintarse los labios, creería que los de ella estaban pintadas, sin duda eran naturales, sus ojos grandes de color pardos destellaban brillos armónicos cada vez que parpadeaba sus pobladas pestañas, mantenía una sonrisa cautivadora digna de las realezas, toda una princesa, no, aún más que eso, era una Reina ingresando a su aposento y nosotros sus plebeyos embelesados por tan soberbia hermosura, sus cabellos delgados de color brillo castaño, flameaban al movimiento de sus pasos, llevando consigo el aroma del perfume natural que emergía de todo su cuerpo tan esbelto, su figura era perfecta, delgada como modelo de pasarela, todos la mirábamos admirándola, se acerco a una carpeta donde tomó asiento cruzando y luciendo sus perfectas firmes piernas; seguidamente ingreso la auxiliar Maribel dirigiéndose a todos nosotros – Ella es Sonia Estrada - señalo con sus manos extendidas el lugar donde estaba - antes a estado en otra sección, se le ha incorporado a esta aula debido a que hay un cupo disponible, así que por favor espero respeto hacia su compañera por parte de todos Uds. eso es todo.
Maribel se retiraba sin dejar de observar a cada uno de nosotros en especial al grupo de alumnos que ingresaron abruptamente al aula – los estoy observando, pórtense bien ah – Dijo, saliendo del salón.
He aquí el momento donde me levanto de mi carpeta dirigiéndome hacia la de ella, dispuesto a hablarle, emprendo mi camino con mis pasos elegantes, el pecho levantado, mi quijada erguida con mi sonrisa coqueta, me paro frente a ella dirijo mi mirada hacia sus ojos y con un tono de vos cautivador cogiendo de su mano le digo: Oh mi Hermosa reina tenga Ud. Mi más cordial saludo, permítame darle la bienvenida a este su distinguido Castillo, hogar donde puede reposar sus más delicados sueños, cuente conmigo como su fiel servidor, su plebeyo constante y si le apetece su acompañante en sus paseos al encuentro de las estrellas en las noches, a sus pies me inclino.
Puede Ud. Levantarse mi dulce plebeyo – acariciando mi cabellera con la suavidad de su mano expreso tan dulces palabras que sonaban como un coro angelical, estremeciéndome desde la punta de mis pies hasta el último sentido de todo mi ser, su voz cálida y acogedora solo podía expresar tan magistral belleza acompañado de una sublime sonrisa – Ahora Ud. Señor Mike Durand responda la pregunta – la voz de mi Reina sufrió un cambio radical que inmovilizo mi cuerpo dejándome aturdido - no entiendo a que se refiere mi Lady – Pregunte intrigado.
Señor Durand responda la pregunta – otra vez la voz turbia – levante la mirada; noté que ya no sostenía su mano y detrás de ella venia en aumento la sombra de una silueta enorme, ancha, de brazos gordos, en una de sus manos sostenía una regla de madera que golpeaba su otra mano ocasionando un ruido perturbador – Acaso es su Señora Madre – pregunte a mi Reina – mi Lady sonrió moviendo la cabeza para los lados – no, no lo es mi tierno Plebeyo – esta si era su voz encantadora – la silueta se hizo más visible, la tenía al frente mío podía distinguir de quien se trataba, los brazos gruesos, los hombros anchos, la cara redonda con los pómulos inflados, su cabello crespo corto elevados en forma de cactus, la ceja levantada con los ojos hundidos, por la expresión de su rostro podría decir que se le veía muy molesta, acercó su enorme boca a mi rostro y con voz desesperante dijo: Sr. Durand responda la Pregunta – me encontraba sentado en mi carpeta, a mi lado la Profesora Galdys Ruiz con la regla de madera en la mano golpeando la base donde estaba mi cuaderno – Sr. Durand le recuerdo que estamos en la clase de Historia, si en estos momentos su mente esta divagando por otros senderos, le pido por favor que se concentre en la clase y responda la pregunta. Todos mis compañeros me observaban esperando mi reacción a la pregunta de mi profesora, el problema ahora es que no escuche la pregunta e intentando salir del bochornoso momento en que me encontraba, solo atine a decir con tono algo cómico: Profe me podría volver a decir la Pregunta – Por favor Durand se la estoy preguntando más de 5 veces – todos empezaron a reír, el aula se convirtió en un ataque de risas que golpeaban mi rostro con el sonido tormentoso de cada uno de ellos – Galdys Ruiz alejo la regla de mi carpeta arrastrándola, golpeando cada pupitre al paso que daba hasta llegar a su escritorio – Bueno, en vista que su compañero no sabe la respuesta, algunos de Uds. Puede por favor responderla; voy a repetirla ¿Quién fue el primer Precursor en la historia del Perú? Por 5 segundos el aula quedo en silencio, 5 segundos que aun seguía contemplando la belleza de mi Reina, su espalda erguida, las curvas perfectas de su cuerpo y el castaño brillo de su cabello, incline mi rosto llevando una de mis manos para sostener mi quijada, suspire, manteniendo mi sonrisa, cautivado, embelesido, 5 segundos, nadie en el aula respondía la pregunta, a los 7 segundos el brazo levantado de uno de los seres más hermosos creado por Dios llamo la atención de todos los presentes – hasta para agitar las manos mi Lady tiene clase – exclame en voz baja sin dejar de mirarla – se levanto acomodándose la falda del uniforme y con el tono de voz que predomina en las realezas respondió:
“José Gabriel Condorcanqui, conocido también como Tupac Amaru II, Cansado de los abusos vejámenes a los que se sometía a su pueblo, se sublevó en el pueblo de Tinta, el 4 de noviembre de 1780. Su primer acto de rebeldía fue apresar al corregidor Antonio de Arriaga, a quien se le conocía por ser una persona cruel y sin escrúpulos. Tupac Amaru II manda procesar y ejecutar a este personaje, consiguiendo con ello captar toda la atención de las autoridades de Lima”

Muy bien Srta. Sonia Estrada, muy buena respuestas, tiene Ud. 18 de nota por participación en el aula.
-Muchas gracias Miss Gladys – respondió con tono delicado y sublime acomodando nuevamente su falda y tomo asiento.

Mi Reina tiene Clase, es hermosa y sin lugar a duda es muy inteligente, seré su Plebeyo incondicional y eterno servidor a sus necesidades.



Mike Durand