-Abuelo, ¿Cómo conociste a la Abuela?
-Ven pequeña, siéntate aquí, Recuerdo hace ya 40 años, como si fuera ayer…
Estaba esperando el cambio de color del semáforo, en la Av. Principal, demoraba mas de lo normal. Al frente mío un mar de gente… en medio de todos ellos, Apareció ELLA, tan resplandeciente, tan hermosa, con un brillo espectacular, que quede paralizado, no dejaba de mirarla, el resto de personas habían desaparecido, y que cambia la luz del semáforo de rojo a verde y tu ABUELA avanza, YO, quieto sin moverme en absoluto, a cada paso que ella daba, del suelo nacían rosas y el movimiento de sus brazos detrás de ella parecían las alas de un ángel, su abundante cabello ondeaba de lado a lado al compás del viento, vestía de azul y de encajes perfectos que resaltaban la silueta de su cuerpo, alrededor de su cuello una bufanda de color rojo, el tiempo se ralentizó y yo seguía sin moverme, todo al contorno de ella era hermoso, sonreía, de labios rojos y dientes del color de la luna y que decir de su piel color terciopelo, se acercaba mas junto con el aroma de jazmines que emanaba de ella, un perfume exquisito, cierro los ojos e inhale profundamente su aroma quedando más inmóvil, al abrir los ojos tu abuela pasa por mi lado rozando mi brazo, el toque de su piel activo el movimiento de mi cuerpo sintiendo estar en el cielo.
Luego, escuche dos palabras “PERMISO POR FAVOR”, era un tipo enorme que quería cruzar la pista, rompió la magia en ese instante, pero bueno, di la vuelta rápidamente para volver a verla, ella estaba alejándose, mi cuerpo empezó a sentirse acalorado, era porque el sol empezó a radiar mas fuerte, eso hizo que ella se quitara la bufanda y al querer guardarlo en su bolso, este se cae y no se dio cuenta, corrí tras ella y por la bufanda claro, ya casi por llegar, otro tipo enorme… también, lo recogió y grito “SEÑORITA, SEÑORITA, pero tu abuela no escucho, mejor para mí, llegue a él y le dije: “Hey amigo, ella es mi esposa, yo le entrego la bufanda, ja ja ja ja ja, ves que antes de hablar con ella ya era mi esposa, he he he he, al tener la bufanda en mis manos podía sentir de nuevo el aroma a jazmín que volvió a dejarme inmóvil, pero reaccione de nuevo, ella se alejaba, así que corrí y la alcance, tome de su mano y dije, “señorita, su bufanda”, fue un momento en que jamás olvidare, Tu abuela cuenta que al sentir mis manos, abrió más sus ojos, tú sabes que tu abuela tiene los ojos grandes y hermosos, una mezcla de misterio y susto, susto que hizo que con la otra mano intentara darme una cachetada, pero…… al momento de voltear y mirarme no logro hacerlo, dice que fue algo que vio en mi que le inspiro confianza, no sé, cree ella que fue mi barba sexi, o el color de mis ojos, yo pienso que fue porque quede arrodillado sosteniendo su mano, era como una imagen de pedida de matrimonio, pero que me salve de la cachetada eso si fue un hecho.
Pero estaba allí, frente a ella, “disculpe señorita, se le cayo la bufanda, he corrido mas de 10 cuadras para alcanzarla, siempre yo exagerando, en realidad fueron como unos 20 pasos, ella sonrió, recibió la bufanda y dijo GRACIAS, siguió su camino viéndola alejarse, pero fui detrás de ella, “señorita, disculpe, es que no quería dejar pasar este momento, ¿será, que puedo invitarla a comer un helado de camino? Y tu Abuela dijo, ESTA BIEN.
Y así mi niña linda fue como conocí a tu Abuela, desde ese día inicio una historia de amor que perdura tantos años y el fruto de todo ello es tu Papá Evan y tú.
Mike.
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