El caminar danzante hace elogios de las virtudes emanadas por el tiempo
Tierno momento, es el blog donde plasmo todo lo que siento, las fantasías, lo irreal, lo romántico, el AMOR, los nostálgico, la aventura, el suspenso, el reclamo, el enojo.
Cuando escribo me inspiro en las experiencias de mi vida, en el amor que he conocido, las tristezas que he vivido, en las personas que he amado, en las que amo ahora, realizo una mezcla entre el pasado el presente y el futuro.
Gracias "Dos Corazones un solo Sentir"
Mike Durand
Tierno momento, es el blog donde plasmo todo lo que siento, las fantasías, lo irreal, lo romántico, el AMOR, los nostálgico, la aventura, el suspenso, el reclamo, el enojo.
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Gracias "Dos Corazones un solo Sentir"
Mike Durand
lunes, 1 de febrero de 2010
La Piedra Triangular
Bruneto, era un joven campesino, que vivía en la provincia de Pumachaca en el departamento de Ancash, su quehacer era pastear ovejas, todas las mañanas tomaba como desayuno avena con papas sancochadas, preparaba su fiambre para el almuerzo y en compañía de su perro y amigo fiel; Nilton, emprendían el viaje de todo los días para mantener a sus ovejas bien alimentadas, durante el camino, en los mediados del cerro, Bruneto encuentra una piedra Triangular con la figura de un ojo tallada en ella, la levantó, le causo mucha impresión ya que era poco común ver una piedra de ese tipo, al tenerlo en sus manos el ojo empezó a brillar con una luz intermitente de color verde…
Nilton empezó a ladrar, sintió y olfateó el peligro sintiéndose incomodo moviéndose por todos lados haciendo un círculo alrededor de su amo, movía la cabeza de arriba para abajo y no dejaba de ladrar, Bruneto, asombrado con aquella piedra le pidió a Nilton que dejara de hacer ruido, el necesitaba estar concentrado, seguía admirando la piedra con aquella luz extraña que iba en aumento.
Nilton dejo de ladrar y no lo hizo porque Bruneto se lo había pedido, sino que sintió de alguna presencia entre ellos, el silencio lo abrumo y una ráfaga de viento los empujó hacia las piedras del camino, ya cuando estaban a punto de caer al precipicio, fueron elevados al pico más alto de las montañas, con mucho cuidado el viento los hizo caer, Bruneto asustado abrazo fuertemente a Nilton soltando la piedra de sus manos, los ladridos de Nilton anunciaban la presencia de alguien más, mientras que Bruneto miraba por todos lados preguntándose si alguien mas estaba con ellos.
“EXTRAÑO”… se escucho una voz gruesa, se sintió el aliento nauseabundo pasando entre la nuca de Bruneto, la voz venía de atrás de ellos, “Hola extraño parece que encontraste algo que me pertenece, no te preocupes no te voy a lastimar – siguió hablando pero en tono sarcástico – ah claro siempre y cuando no hayas recibido los poderes de la Piedra, si es así, como parece que así es, lamentablemente voy a tener que quitártelo desde adentro”… Nilton empezó a ladrar nuevamente, Bruneto miró a los costados y en segundos fue sujetado por dos raros brazos, solo podía notar que tenían escamas como los peces, eran frías y gruesas. Nilton no dejaba de Ladrar y fue levantado en los aires formando a su alrededor una extraña aura de color verde, la voz gruesa le pidió a Bruneto que volteara a verlo, él asustado se quedo quieto, pero los brazos que lo sujetaban hizo girar su cuerpo hacia la voz gruesa.
Bruneto solo podía distinguir la mano con los dedos puntiagudos que se acercaba rápidamente con una luz resplandeciente de color verde que al final cegó su vista, Nilton empezó a ladrar otra vez. Bruneto apenas escuchaba los ladridos de su fiel amigo. Con la luz resplandeciente de color verde el lugar quedo en silencio.
Después de unos minutos una neblina tapo el pico de la montaña, Bruneto con dificultad pudo abrir los ojos pero veía nebulosamente, no podía levantarse, se sobó los ojos para distinguir bien las figuras borrosas que veía, al frente de él, tirado en el piso, un extraño ser de color gris con los ojos totalmente abiertos, los cabellos largos y blancos, en su cuerpo puesto una túnica amarilla, parecía la vestimenta de un religioso de la capilla, uno de sus brazos estirados con la mano abierta y los dedos puntiagudos, atrás de Bruneto, alguien igual al ser extraño, pero con los brazos gruesos y con escamas.
No entendía que es lo que pasaba, qué o quién evito que le sacaran los poderes que la piedra extraña le había dado, aun que él no sentía nada especial, ni algún cambio en su cuerpo o la presencia de algún poder en él… y entre la neblina apareció Nilton con un salto magistral aterrizando firmemente en el piso, la fuerza de sus patas deslizó la arena provocando una capa de polvo encima de Bruneto y dando un ladrido, se echo a brazos de él.
-No sé qué ha pasado acá Nilton pero lo que haya sido estoy muy agradecido de estar vivo, alejémonos de acá y vayamos a buscar a nuestras ovejas – al dar unos pasos Nilton vio la piedra triangular tirada en el piso, espero que Bruneto se alejara un poco mas y de sus ojos lanzo un extraño rayo de color verde y pulverizo la piedra, al mismo tiempo los cuerpos tirados de los seres extraños también se pulverizaron, Nilton adquirió los poderes de la Piedra triangular, dio un ladrido enérgico y alcanzo a su fiel amigo Bruneto.
FIN
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