Susurros de Traición
Tengo las manos llenas de sangre, el cuchillo en el piso
refleja el cuerpo inerte de mi esposa, tiene los ojos abiertos y su piel pálida,
el vestido purpura de nuestra cita se torna de colores oscuros mezclados por su
propia sangre, me recuesto a su lado, puedo sentir su aliento, aun respira.
“No puedo oírte” “¿Qué dices?” - solo puedo escuchar el
susurro de su voz - “¿Por qué?”, “No los lastimes” - la miro tiernamente
como la primera vez que la conocí, no respondo a su pregunta y dirijo mi mirada
hacia las fotos de mi Familia salpicadas de color rojo. “Te amo esposa mía”
- me susurra algo más - “no lo hagas” …. Mis manos cubren sus labios
carnosos rojizos y evito escuchar mas susurros, cierro sus ojos, acaricio su
rostro aun tibio, ya no respira.
Tengo a mis hijos y Hermano atados en sillas y amordazados.
“No debiste mentirme “, “no debieron mentirme” hice tanto
por Uds. Y en mi ausencia ¿Qué descubro?, mi hermano, acostándose con mi
esposa.
Recojo el cuchillo ensangrentado y lo incrusto en el corazón
del traidor, su muerte es instantánea.
Lo sabían “¿Verdad? “, acaso no fui un buen Padre para Uds.,
esto es lo ganan por ser malos hijos.
Veo sus lágrimas, me tiene miedo, están horrorizados de mí,
cojo el revolver del cajón que escondía bajo llave.
“este recuerdo vivirá con Uds. Toda la vida”, el sonido
del disparo y la bala revientan mi sien. Caigo al lado de mi esposa, donde
siempre pertenecí.