Tierno momento, es el blog donde plasmo todo lo que siento, las fantasías, lo irreal, lo romántico, el AMOR, los nostálgico, la aventura, el suspenso, el reclamo, el enojo. Cuando escribo me inspiro en las experiencias de mi vida, en el amor que he conocido, las tristezas que he vivido, en las personas que he amado, en las que amo ahora, realizo una mezcla entre el pasado el presente y el futuro.

domingo, 10 de marzo de 2024

Mi Equilibrio Perfecto

 Mi Equilibrio Perfecto 


Eres mi equilibrio perfecto, para mí divagante mente, que me lleva  por la cuerda floja, creyendome ser el mejor equilibrista,  pero tú, mi pértiga, estás presente, salvandome del abismo, de las caídas oscuras,  de los golpes estruendos que retumban en mi cabeza.


Tienes una magia sobrenatural, con una cálida sonrisa en tus labios y con el brillo celestial que emana de tu piel, es un refugio perfecto para guardar mis pensamientos, mis días grises, mis noches frías, ¿como es que canalizas todas mis emociones y a cambio me regalas tanta candidez?


La caja de Pandora yace en lo más profundo, ni los más fuertes guerreros pudieron contenerla, ni las inmensurables vidas pasadas de amores frustrados pudieron mitigar lo oscuro de esa caja, que adherida a mis entrañas me consumía.


Y llegaste a mi vida como un rayo de luz, derrotando toda oscuridad como una guerrera, luchando por algo que viste en mí, que anterior no lo descubría, sacas lo mejor de mí, me conviertes en una mejor persona, me haces feliz, muy feliz.


Solo contigo dejo de ser un equilibrista y esa caja permanece enterrada gracias a ti, para convertirme tan solo en un  hombre que ama a una mujer, que entrega su vida completa para hacerla feliz y cada día que pasa mientras esté tu sonrisa; mi mente, mi corazón, mís emociones y todo el ser de mi cuerpo, estarán siempre para ti.

Edward y Coquito , una noche de travesuras

Edward y Coquito, una noche de travesuras.

Edward es un niño de 6 años, muy alegre y juguetón. Cuando llegaba la hora de ir a la cama, no le gustaba irse a dormir; él quería seguir jugando con sus juguetes, saltar en el mueble y correr por toda la casa.

Mamá y papá corrían detrás de Edward tratando de detenerlo para llevarlo a la cama. Era una carrera que parecía no tener fin. ¡Edward era muy veloz!

—¡Soy Flash! —gritaba Edward.

—¡Detente, hijo, por favor! —le respondían sus padres.

En un intento por atraparlo, papá se puso delante de él y mamá detrás. Edward estaba acorralado. Estaban tan cerca de lograrlo, pero Edward dio un salto increíble por encima del mueble. Papá y mamá, sorprendidos, chocaron cara con cara y cayeron al piso.

—¡Yo soy Flash, no me atraparán! —gritaba Edward mientras daba vueltas por la casa.

De pronto, se detuvo para mirar a su mascota: un gatito de raza siamés llamado Coquito, igual de juguetón y alegre que él.

—Vamos, Coquito, ¡hagamos una carrera! —le dijo.

Inmediatamente, la mascota corrió junto a Edward, y ambos saltaban por los muebles y corrían por todos lados. Ahora eran dos pequeños a los que los padres debían atrapar.

Eran momentos extremos, así que papá y mamá usaron medidas extremas. Amarraron entre los muebles unas mallas parecidas a las telas de araña, una especie de trampa casera. La idea era que Edward y Coquito pasaran por ahí y quedaran atrapados. Escondidos detrás de una maceta, los padres esperaban sigilosamente.

Se acercaban muy veloces, saltando y brincando. Ya estaban cerca de la trampa y... ¡PLASH! ¡CHOQUE! ¡PUM! Quedaron enredados en la malla.

—¡Victoria! ¡Yeah, los atrapamos! —gritaron los papás—. Ahora sí, a la cama, pero después de una ducha.

Sin embargo, cuando se acercaban para levantarlos, papá miró a mamá y le dijo con espanto:

—Debimos haberle cortado las uñas a Coquito.

—¡NOOOOOOOO! —gritaron ambos.

Ya era tarde. Los dos pequeños se habían escapado. Coquito cortó la malla con sus afiladas uñas y pudieron salir de la trampa. Mamá se sentía derrotada y papá, muy cansado, mientras los dos pequeños seguían jugando y correteando.

Y allí, en ese momento donde las ideas se acaban y uno quiere rendirse, surge una luz de esperanza.

"PIZZA".

Mamá y papá se miraron fijamente. Ya sabían qué hacer.

Se acercaron a la cocina y dijeron en voz alta: —AÚN TENEMOS PIZZA EN LA COCINA, PROBAREMOS UN POCO. ¿ALGUIEN MÁS QUIERE PIZZA?

Inmediatamente, los pequeños se detuvieron.

—¡YOOOO! —gritó Edward—. ¡Vamos a la cocina, Coquito!

Al llegar, dijo: —Mamá, papá, ¿me dan pizza, por favor?

—Siéntate, Edward. Y tú, Coquito, también siéntate. Antes de darles la pizza, necesitamos que nos escuchen —dijo mamá con voz muy amorosa.

—Sabemos que eres un niño muy divertido y que te encanta jugar, pero llega un momento del día en que tu cuerpo necesita descansar, y ese momento es en la noche, cuando hay que ir a dormir —continuó papá—. Todos necesitamos dormir. De lo contrario, mañana no tendrás fuerzas para seguir jugando.

—Nosotros te amamos, hijo, y también a Coquito —añadió mamá—. Nos encanta que seas tan alegre, pero tienes que hacernos caso cuando te pedimos que vayas a dormir. Recuerda que, si no descansas, Coquito se pondrá muy triste si no juegas con él. Entonces, vamos a comer la pizza y después te bañamos y nos vamos a dormir, ¿de acuerdo?

—¡Está bien, mamá! —respondió Edward muy feliz.

Seguidamente, se escuchó el maullido de Coquito, aceptando también el trato.

—Los amo mucho, papá y mamá —continuó Edward.

Y los cuatro se abrazaron, formando así un símbolo de su unión familiar, entendiendo que con diálogo, paciencia y también diversión, se pueden lograr grandes cosas.

Fin.


Gracias

Somos únicos, y por ser asi, siempre tendremos dudas, miedos e incertidumbres, diferentes al resto del mundo.

Intentamos superarlos por si mismo, pero hay momentos en que nos quebramos, donde ya no sabemos que hacer.

 Y luego existen aquellas personas especiales en tu vida, que aparecen en tu camino ayudándote a cargar ese pesar, aminorándolo. Que con sus palabras únicas  hacen de tu vida mas tranquila.

Ellos o ellas siempre están allí para ti, gracias por todo, por guiarnos, por escucharnos, por aceptarnos con defectos y virtudes, por ser parte de nuestras vidas, por tomar nuestras manos y decirnos, juntos lo lograremos, juntos lo intentaremos.

Mientras exista la amistad, el cariño, el amor, todo es posible.


Gracias loquita bella.

Otra vez Facebook

 Otra noche mas,  Enciendes la PC, ingresas al Facebook,  tecleas su nombre,  aun te duele escribirlo, quisieras no hacerlo pero sigues pendiente de Ella,  tal vez esta noche solo sean las mismas fotos de ayer,  duele menos repetir verlas, pero cuando hay nuevas es difícil dejar de sentir ese frío dolor en tu corazón, aprietas tu pecho inconsolable, ella esta allí de nuevo, empiezas por su perfil, hermosa como siempre,  continuas con las recientes, se ve tan feliz, te alegras por sus logros, no comentas nada,  atinas al me gusta, solo eso,  no quieres parecer interesado,  vamos que por dentro te mueres por decirle todo lo que sientes, las ganas que tienes de estar a su lado,  no puedes dejar de pensar en ella,  ¿Todavía la amas?  Deslizas el cursor, mas fotos de ella,  sus reuniones,  los encuentros familiares, esos donde estabas tu,  pero que nadie lo supo,  no existía el Facebook verdad,  sigues deslizando el cursor,  te detienes, impulsado por una imagen mas reciente, hay un beso allí a la cámara, con la publicación al pie, ''Se que me observas, donde estuviste todo este tiempo, aún estás en mis pensamientos, se que eres tu,  siempre has sido tu, también te extraño", será posible esto,  ha pasado muchos años y ella sigue sola, aun me seguirá amando,  te haces tantas preguntas, o tal vez no es para mi esa publicación, aun así estas decido a buscarla, si lo haré, sonríes, recuestas tu espalda al asiento, pero regresas rápidamente a la pantalla de la pc, lo apagas,  cuando sientes que abren la puerta del cuarto. 

- Amor, que haces? 

- Nada cielo,  solo revisando algunos informes

-Vamos a cenar ya,  los chicos te están esperando

-Ok mi amor, esperame que bajamos juntos.


Ficción 


Mike.

La traición

Estaba escondido detrás de los arbustos cuando la vi bajando las escaleras de su Salón, no estaba sola, él la abrazaba… infinidades de veces lo negó y yo le creí, hasta que abrí los ojos descubriendo su mentira… me acerque más, la estaba besando… el mundo me dio vueltas, sentí desvanecerme, reaccione y de lejos veía como salían del colegio abrazados… mientras mi corazón y yo discutíamos por tal traición… <<ya ves Mike, Te lo dije>>

A la luz de tu ausencia

"A la luz de tu ausencia" 

6:00 a. m. Hoy, como siempre, volví a observar el amanecer. Vi esa claridad de luz que antes alimentaba nuestro amor, esa que enmudecía nuestros labios para hablarnos solo con la mirada. Recordé aquella cómplice ráfaga de viento helado que llevaba consigo nuestros besos y rozaba nuestras mejillas.

Qué difícil es mantener la mirada sin estar a tu lado. Qué doloroso es saber que el viento dejó de ser nuestro aliado y que ya no recibes mis besos. Qué tristeza tan profunda es recibir la atenuada luz del día sin que estés aquí.

No sé si aún esperas que amanezca, o si cada mañana tienes los mismos sentimientos que yo. Pero de lo que sí estoy seguro es que, estés donde estés, y aunque ya no veas el amanecer, cada vez que esa luz ilumine el mundo, yo intensamente estaré amándote, recordándote y esperándote.

Mike Durand

Carta de un hijo a su Padre

Hola, Papá

Después de tanto tiempo, por fin nos volvemos a ver. Extrañaba estar entre tus brazos y sentir tu mano sujetando la mía al cruzar la calle, siempre esperando el cambio de luz del semáforo, como me enseñaste.

Sé que no puedes quedarte mucho cuando vienes a verme. Tu casa está muy lejos y solo tenemos unas pocas horas juntos. Pero no te preocupes, Papá, porque cada minuto contigo lo disfruto al máximo. Jugamos, corremos, nos reímos… Son las horas más felices de mi día, y por nada del mundo las cambiaría. Sé que tú también las disfrutas; lo noto en tu voz, en tu risa… Es nuestro momento, solo de padre e hijo.

Pero el tiempo se agota, ¿verdad? Tienes que irte, y a los dos nos entristece saberlo.

¿Te conté que estoy construyendo una máquina del tiempo? Me faltan algunas piezas para terminarla, pero cuando esté lista podremos usarla para estar juntos más tiempo. También vi en YouTube cómo hacer un portal temporal. Si la máquina no funciona, haré el portal. Sí, creo que ya te había contado eso.

Ahora mismo estoy en casa de mamá, escribiéndote. Ella dice que debería llamarte, y lo intenté, pero estás muy ocupado en el trabajo para contestar. Por eso decidí escribirte, así podrás leerlo con calma.

Este fin de semana te espero, Papá. Me invitaron al cumpleaños de Sebastián, pero les dije que no podía ir porque vienes a verme. Solo… por favor, no faltes. La semana pasada me puse triste cuando no llegaste. Mamá se enojó mucho, y luego llamaste para explicarme por qué no pudiste venir.

Te amo, Papá. Te extraño todos los días. Escuchar tu voz por el celular me alegra, pero tenerte aquí cada fin de semana me hace el niño más feliz del mundo.


Ficción - Realidad.


Mike.

La lucha del corazón

Tu mirada describe tantas sensaciones en mi cuerpo, que el hacerme fuerte no funciona, te muerdes los labios, me sonríes, vuelves a mirarme, te digo que no, mi cuerpo te dice que si, me susurras al oído, siento tu aroma, mi cuerpo se estremece, _"te amo"_, si te escucho, por favor  repite esa palabra, yo no estoy hablando, mi corazón es el que te grita, _"te Amo"_, también Te Amo, pero resisto; no, no más, mi cuerpo te quiere conmigo.

Tu y el Mundo

 Existen dos clases de personas

Están las que huyen, dejándose vencer por la monotonía 

Y están los que luchan, porque cada día sea intenso.

Están las que escapan, por buscar la felicidad en otro mundo

Y están los que construyen un mundo, en base de la felicidad.

Están las que callan, ocultando el dolor en su corazón

Y están los abiertos de corazón, para aceptar el dolor del otro.

Están las que piensan, que el dinero hace la felicidad

Y están las que simplemente son felices.


Existen dos clases de personas

Una de ellas eres tú y la otra el resto del mundo.


Mike.

Bajo la mirada de la luna

Recuerdo las noches en que escapábamos de casa para encontrarnos en el lugar de siempre. Eran las 8:30 p. m. y, bajo la hermosura de una luna blanca, nos besábamos. Nuestros cuerpos calentaban la fría noche y todo era perfecto. El tiempo se detenía, permitiéndonos jugar con él a nuestro antojo. No existía nadie más; creábamos nuestro propio mundo y vivíamos dentro de él, gritando nuestro amor con una mezcla de emoción y pasión. La luna, con su intensa mirada, y las estrellas, cómplices y testigos de lo puro y sincero de nuestro amor, siempre nos acompañaban, iluminando cada temeroso paso que dábamos.

Dicen que el primer amor nunca se olvida. Cuentan que, cuando dos personas están destinadas a estar juntas para siempre, no importa si su relación terminó o si han pasado varios años sin verse; el día en que se vuelven a encontrar, el amor resurge en sus corazones.

Ha pasado tanto tiempo que ya no nos vemos, pero recuerdo cada momento que pasamos juntos como si fuera ayer. Sé que estás muy lejos y que tal vez nunca llegues a leer esto. Aun así, lo escribo porque mi corazón me lo pide y porque estoy seguro de que tú también recuerdas aquellas noches, en el lugar de siempre, bajo la intensa mirada de la misma luna.


Mike.

El viaje a la decepción


Hace frio, las noches son más heladas cada vez que dejas de llamarme, he pensado ir a buscarte, pero recuerdo que pediste que no lo haga, tus padres se molestan, eso dijiste, además te tomaría viajar 3 horas en bus, te cansarías con el viaje, también lo mencionaste.

No importaría el cansancio con tal de verte, bueno lo de tus padres si me importaría, aunque si llegaran a conocerme les caería bien, a la mayoría de mis vecinos les agrado, no creo que sean tan ogros como los describes.

Cada noche estoy pendiente del celular esperando que suene o que llegue algún mensaje tuyo. Sé que durante el día te es difícil hacerlo, lo que haces es importante, por eso ya no te llamo o te mando mensaje, después que dijiste que no podías responderme, no quiero importunarte en tus quehaceres.

Así que, quedé a la espera, con calma, cuando prometiste llamarme a la hora de tu descanso, pero al día de hoy no lo haces, entiendo, me explicaste que hay mucha gente alrededor tuyo y que fastidian cuando llamas, es difícil encontrar privacidad en estos tiempos.

Pero ¿y las noches?  Dejaste de hacerlo, y hasta ahora no has dado ninguna explicación, no contestas el teléfono, ni respondes mis mensajes, así que, decidí viajar las 3 horas sin pensar en el cansancio y sin importarme las horas de clases perdidas con tal de buscarte.

Lo hice, a pesar que me pediste que no lo haga, llegando conocí a tus padres, no son malhumorados, al contrario, me trataron con mucha educación cuando pregunté por ti, tu casa es muy linda, tienes unos padres adorables. Estaba feliz porque me trataron de lo mejor.

Pero no duró esa felicidad, cuando me preguntaron de dónde te conocía, respondí… “soy su novia…"se miraron sorprendidos, “hija, lo lamento mucho”, respondieron con pesar, "él está de viaje acompañado…” se volvieron a mirar e hicieron una pausa…  “de su novia".

Lo primero que saltó de mi cuerpo fue mi corazón, intentando caerse al piso y para evitar que noten mi dolor, sonreí, sosteniendo mi corazón para que regresara a mi pecho.  "lo de novia... Ja, ja, ja, es una broma", "solo soy una amiga de la escuela de verano". No me creyeron. Mi cara, mis ojos que brillaban y la gota de lágrima deslizándose por mi mejilla me delataron.

Pidieron que me sentara, incluso tu mamá me ofreció un vaso con agua. Solo retrocedí, secándome las lágrimas, apretando mi pecho salí corriendo de tu casa. "Niña, niña, espera no te vayas", gritaron llamándome, pero ya estaba lejos, mejor así, detesto que la gente me vea llorar.

Me senté en la banca de un parque, mis lágrimas no cesaban, el dolor es tan fuerte que mi corazón ya estaba regado en el piso, observaba como poco a poco dejaba de latir, y el amor que te tenía se convertía en odio.

Respiré profundamente y me atreví a escribir esta carta con las únicas fuerzas que me quedaban, lo dejé debajo de tu puerta, me engañaste, eso dolió de sobremanera. Pero ha pasado el tiempo y entendí algo importante, "No tengo porque estar triste por alguien que no me ama, eres tú el que ahora está triste porque perdiste a alguien que te amó".

 

Mike Durand 

(ficción)

La primera vez que te conocí

 Quien no ha pasado por una situación así.


La primera vez... que te conocí

(Basada en hechos reales, he he he he)

9 p. m., hora exacta. Así quedamos para vernos por primera vez. Intento buscar lo mejor de mi armario. ¿Mi polo de Nirvana? ¡NO! Me dijo una vez que no le gustaba el grupo. Puedo usar la camisa a cuadros, ¿a quién no le gusta esa camisa? Además, está de moda. Así será: un jean, zapatillas y listo. No puedo olvidar la colonia. ¿Dónde está la colonia? Demonios, está en el cuarto de mi hermano. Ya bueno, sin colonia será, se hace tarde. ¡Desodorante! Eso ayudará. ¡Listo!

¿Qué le gustará comer? Un café, tal vez, pero yo quiero una hamburguesa. ¿Le gustará la "súper burger"? Tiene que ser algo romántico, mmm... será un café entonces. Pero, ¿pensará que soy un tacaño? "Café y una empanada", eso está mejor. ¿Dónde dejé mis llaves? Ya tengo que salir, ya va a ser la hora. Ah, están en mi bolsillo. ¡Listo! ¿Y si quiere ir a bailar? No sé nada de baile, debí aprender algunos pasos en estos días, siempre he sido malo bailando.

Bueno, ya estoy por llegar y ya son las 9 p. m. ¿Dónde está? ¿Dónde está? ¿Es ella? Sí, es ella. Es mucho más bonita en persona. Ajá, está con tacos, tal vez no quiera bailar. ¿Le doy un beso en la boca? Muy atrevido, mejor en la mejilla. ¿Un abrazo? ¿Y si me rechaza? ¡Diablos, estoy nervioso! Aún no me ve. ¿Y si no le gusto? En mis fotos salgo distinto. Caray, qué nervios. Ya me vio. ¿No me reconoció? Levantó la mano, sí, me reconoció. Me acerco, no me acerco. Dios mío, qué aroma, huele tan rico. Me tiemblan las manos. No, ya empecé a sudar.

—Hola —digo, súper nervioso.

—Hola —responde ella, tan segura.

—¿Nirvana? —pregunto, sorprendido al verla—. Llevas puesto el polo de Nirvana.

—Sí, sé que te gusta, por eso me lo puse hoy. No sabes el hambre que tengo, vamos por unas "súper burgers", yo invito.

Siento que voy a amar a esta mujer.

Fin. (Basada en hechos reales. He he he he)

Roy el Soldadito

 El soldadito Roy. 


Roy es un soldadito de juguete que le gusta ayudar a todos sus demás compañeros juguetes. 

Un día, el perrito de Cuerda dejó de funcionar, no podía encontrar su cuerda para jalar y pueda ladrar. 

Roy El soldadito estaba muy pendiente, observó al perrito preocupado y triste, así que, se acercó para ayudar.

Juntos encontraremos la cuerda y verás que ya no estarás triste, le dijo Roy.

Los dos juguetes caminaron por los posibles lugares donde podría haberse caído la cuerda.

Recuerdo que pasé por acá, dijo el perrito, es un lugar donde están todos los coches de juguetes y estábamos jugando a las carreras, Yo subí al coche de Sonic y corrí con Chase de Paw Patrol.

Está bien, dijo Roy, preguntemos a Chase, tal vez ha visto la cuerda por acá.

No lo he visto dijo Chase, Pero recuerdo que cuando subiste al coche estaba la cuerda puesta en tu cuerpo,  Pero podemos ver las cámaras de seguridad Cuando iniciamos la carrera.

 ¿Se puede hacer eso? Preguntó Roy.

Sí, Claro, solo tenemos que pedirle al Gran marcianito, su nave que es una cámara está en lo alto de ese mueble.

¿ y cómo subimos allí? Preguntó el perrito, mirando con preocupación la altura del mueble.

No se preocupen dijo Chase, para subir solo tenemos que pedir al Señor globo que nos lleve allí. ¡Vamos!.

Se acercaron al Señor globo, pero el Señor globo estaba desinflado.

¡ Oh no! Gritaron los tres juguetes, ¿qué hacemos ahora? Preguntó Chase.

El señor globo, al ver al perrito triste, al soldadito pensando y a Chase preocupado, les dijo: entre ustedes tres como equipo agarren el inflador y llénenme de aire, cuando esté bien inflado amárrenme con una Pita y agárrense de ella que subimos inmediatamente, así lo hicieron y pudieron subir a lo alto del mueble.

Ya arriba observaron varios juguetes, estaba el camión de leche Gloria, un robot amarillo, unos cubos con números y al final en una esquina La nave del marcianito, asomo  por su ventana el marcianito y preguntó ¿Y ustedes qué hacen acá?

El perrito perdió su cuerda y ya no puede ladrar, podemos ver los videos de seguridad, para saber dónde está, dijo Roy.

Claro, todos ustedes pueden pasar, veamos juntos dónde puede estar.

Marcianito puso los videos donde el perrito con Chase corrían en los coches, cuando están por llegar a la meta se puede ver que la cuerda se queda enganchado en un arbusto de juguete, un árbol esponjoso. 

En la zona de los dinosaurios de juguetes, está colgada allí en el árbol, pero esperen, un dinosaurio se lo llevó a su cueva, allí lo encontrarán, Finalizó el marcianito.

Ahora tenemos que bajar pero el Señor globo se acaba de desinflar, dijo con pena El soldadito.

No se preocupen, dijo el marcianito, Yo los llevo en mi nave, así bajaron y fueron directamente a la cueva de los dinosaurios.

En la cueva se podía observar muchas luces de colores Mientras más se acercaban una música alegre se escuchaba, los dinosaurios estaban de fiesta y bailando, estaban usando la cuerda del perrito para jugar a la salta salta.

¡No por favor! ¡No la vayan a romper! Gritó el perrito, la música se apagó y la mirada de los dinosaurios se dirigió hacia los amigos juguetes que estaban en la entrada de la Cueva.

Nosotros encontramos esta cuerda y nos pusimos a jugar, no sabíamos que era del perrito, qué pena nos da.

Toma tu cuerda perrito, te vamos a ayudar a colocar.

Los dinosaurios pusieron la cuerda en la espalda del perrito y ya él Pudo ladrar.

¡ Bravo! Todos gritaron con emoción y El soldadito muy feliz cumplió con su misión.

Ayudar a un amigo que necesitaba de su atención.


Fin